"El nuevo gobierno socialista que tiene Argentina". La frase de Jair Bolsonaro que reavivó la pelea con Alberto Fernández tiene como trasfondo la gestión que habría realizado el argentino para que el Papa Francisco reciba a Lula da Silva.

La furia del presidente de Brasil -fuera de contexto  dentro de lo que venía dialogando en una charla por Youtube- sorprendió porque se dio después de algunas semanas de tregua y en medio de gestiones del gobierno argentino y algunos funcionarios brasileños para tratar de enderezar la relación bilateral.

Bolsonaro dijo que Argentina tiene "un gobierno socialista" y criticó la doble indemnización

Según supo LPO, en el gobierno brasileño hizo mucho ruido la gestión que hizo Alberto en su visita al Vaticano para que el Papa Francisco reciba a Lula, el principal enemigo de Bolsonaro. En 2018, Alberto había visitado al Papa para hablar sobre la detención del líder del Partido de los Trabajadores.

Algunos medios brasileños indicaron que Alberto aseguró que, ante su pedido, Francisco le habría respondido que con mucho gusto recibiría al ex presidente de Brasil y le pidió que se lo trasmitiera. Varios dirigentes del PT brasileño celebraron la noticia.

El resultado de esa gestión es que Lula viajaría la próxima semana al Vaticano. El ex mandatario le pidió a la Justicia de su país que aplace una indagatoria en la causa conocida como "Operación Zelotes", en la que se lo acusa de "corrupción pasiva". La misma estaba prevista para el próximo martes, pero ese día viajaría a Roma. El jueves visitaría a Francisco.

Alberto apuesta a Scioli, Béliz y Solá para enderezar la relación con Brasil 

Lo paradójico de la gestión de Alberto es que la reunión de Lula con Francisco que desató la furia de Bolsonaro coincidirá con la primera reunión de alto nivel que tendrán los gobiernos de Argentina y Brasil en esta tensa etapa.

El próximo miércoles 12 de febrero Felipe Solá, Gustavo Béliz y Daniel Scioli se reunirán en Brasil con el canciller Ernesto Araujo, el paso que esperaban para descongelar la relación bilateral. Pero nuevamente declaraciones de Bolsonaro complican todo. A fines del año pasado, el canciller argentino suspendió un viaje por una crítica similar, según reveló en ese momento.

Así como Alberto apuesta a Solá, Béliz y Scioli para enderezar la relación, como reveló LPO, en Brasil hay dos figuras relevantes del gobierno de Bolsonaro que apuestan a mejorar el vínculo con Argentina. Se trata del vicepresidente, Hamilton Mourao, y el jefe del gabinete de Seguridad, Augusto Heleno, ambos militares. 

Mourao viajó a la asunción de Alberto y luego recibió a Scioli en Brasil, mientras que el general Heleno tiene una buena relación con Béliz con quien se reunirá la semana próxima. Ambos representan al ala más moderada y diplomática de los militares, que actúan como un contrapeso a las posiciones más extremas de Bolsonaro.